Tuesday, 22 November 2016

El amor de mi vida, que no se vaya en la vida. XXI

MI VIDA porque lo eres, porque ahora mismo la envuelves, la empapas. Mi vida, que me la das y me la quitas, pero es que cuando me la quitas me la devuelves más feliz de lo que era. Y no sólo con tus sorpresas, si no con tus maneras.

Mi vida, esa que sin yo saberlo, era un caos antes de que tú llegaras. Era un va y ven de idas y venidas. De destino en destino y tiro porque me toca, buscando ese hogar que estaba tan dentro de mí que ni lo veía, buscando una ilusión que no me durase una parte del día, cuando realmente las ilusiones no se buscan, se plantan delante de ti y te revuelven un zoológico en el estomago sin previo aviso. Yo quería más, buscando lo diferente, buscando una felicidad que al final solo me duraba el presente, sin saber que buenamente como mi amiga dice hay que darse cuenta que lo difícil es al final lo más fácil de llevar. Que al fin y al cabo todo está en lo más sencillo.

 Mi vida, esa que no miraba al futuro porque le daba miedo que él le fallara, cuando el futuro es en lo más bonito que se puede creer. Y eres tú pequeño, mi vida, quien la ha hecho tan grande, quien ha cambiado eso y tanto en mi. Quien no sólo ha estado imaginando si no que me ha enseñado a imaginar. Gracias mi vida, y no por hoy, porque sea mi cumpleaños, y por todo lo que te has volcado para hacer de un veintiuno más que inolvidable, si no por hacer todo lo posible por que sonría detrás de cada lágrima, por hacerme más fuerte que nunca aún faltándote fuerzas, por enseñarme a amarte y amarme, por perdonarme cada error y hacer de él un paso más de aprendizaje.
Por quedarte y acompañarme. Ahora no sólo quiero un veintiuno, quiero un veintisiempre. 

GRACIAS MI VIDA, POR APARECER EN ELLA.