Tuesday, 6 August 2019

Un día como hoy.

Hace tiempo que no te ilusionas, que no te inspiras, que no te abres porque no has dejado de arrasar con todo, dando portazos a lo que no te renta, si no que resta. Sientes un vacío de conversaciones sin sentido, por no hablar de el sentido que se le van restando a los que reproducen esas conversaciones. Sientes que ese cúmulo tan grande de fiestas, de citas, dé fotos ridículas ahora te saben a poco (si es que te saben a algo). Que antes todo eso que se iba apilando y coleccionando y en su momento sumando. Ahora pasan por delante, como sí nada. Para acabar saliendo directamente por esa trampilla de reciclaje y desechos, porque algunas, algunas sí que se reciclan.

Y es ahí, un día como hoy el que te das cuenta del porque no te acabas llenando.
Te das cuenta que esa persona que no sirve para anclarse, ni en un lugar, ni en una rutina establecida. Esa que le da vértigo no oler de cerca la adrenalina, que por supuesto es una droga curativa.
Un día como hoy la vida te da un sin sentido, quitándole todo el sentido a la vida.
Que no nos hemos parado lo suficiente a contemplar las consecuencias por vivirla siempre tan intensa. Que no leímos la letra pequeña por el ansia de firmar y llegar a la meta.
Y entonces es ahí, en un día como hoy cuando un todo se convierte en nada.

Se produce un golpe de estado, provocado por tu propio estado de ánimo. Quitándote todo el sentido que le hemos querido dar a nuestro paso por aquí. Y a su misma vez, dándoselo.

Dándole sentido al hogar, a la rutina, al día a día, al buenos días y al buenas noches, a tu familia, al cinturón de seguridad, aunque estemos seguro que nada puede pasar. Al freno ese que siempre ha estado ahí y no solemos pisar. Al procurar administrar toda esa intensidad en dosis para no gastarla toda de una. Un día como hoy le das el respeto que ya de por sí merecía, y no le has estado dando. Parándote a pensar que antes de comerse el mundo hay que masticarlo.

 Con todo lo que la vida te va "regalando". Llega un sin sentido que le quita el sentido a tu vida y a todas las que están aquí. Porque estamos de paso señores. Un día como hoy sí, y la semana que viene en un día como hoy puedes no estarlo, o peor aún, que alguien que te importe o lo haya hecho ya no lo esté.
El caso que el mundo seguirá rodando por mucho que a ti se te pare todo. Y te quedan dos opciones, o ruedas con el, o te quedas mirando. Y yo creo que está bien pararse a observarla de vez en cuando. Pero hay que seguir viviendo y avanzando con lo que la vida nos eche y echándole lo que hay que echarle a la vida.

A todos nos gustaría saber ¿Cómo se domina una situación que te domina? ¿Verdad?
Yo me atrevería a decir que no es en otro sitio que en nuestra propia mente. Ahí, en ese lugar. Donde cada día, con cada situación, sucede una vida paralela.
Desde luego no dejarán de aparecer realidades que superen la ficción.
Pero procuraremos a pasito lento esquivar todo el daño, intentando no formar parte del rebaño y cumpliendo y viendo pasar los años.




   Un día como hoy despiertas del sueño de vivir.