Thursday, 15 December 2016

Por volver a volver, Brighton.


"He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón, se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos." 
Esta es la evidencia del porque
me enamore de esta ciudad desde el momento en que la pisé por primera vez. No soy la única, ni tampoco la primera y me llena de orgullo y satisfacción que los que han estado conmigo aquí hayan caído envueltos también en su particular encanto. 
Probablemente no sea tan importante el lugar, como lo que yo tuve en él. He pasado en esas tierras britanicas momentos inolvidables, y a pesar de no ser todos buenos porque tuve tiempos muy duros, todos, han sido participes de traerme hasta donde estoy. Sobre todo su gran influencia en hacerme ser, ser lo que soy. 
Y por mucho que os intente explicar con palabras, es inexplicable el sentimiento que es para mí volver aquí. Al igual que de mi tierra llegue con las manos vacías, de aquí, me fui con el corazón lleno, lleno de gentes, experiencias, amigos, risas, viajes y recuerdos, muchos recuerdos. Y aunque en el fondo todo eso ya es parte de mí y eso nada ni nadie lo va a cambiar, cuando vuelves a tomar contacto con esa realidad, es como si te sintieses un extraño, como que ya no formas parte de eso, pasaste página y eres como un turista más, que vuelve pero no vuelve igual. Vuelves diferente, para recordar, para parar, pero no para quedarte, porque tú ya tuviste tu momento en ese sitio. Y ahora toca otro plan.
El caso es que siempre volvemos.
Siempre volvemos. Física o psicológicamente a eso que nos hemos aferrado a su recuerdo como algo único e indestructible en la vida. Y siempre se vuelve de una manera u otra siempre volvemos. Con una sonrisa en la boca.
Por volver a volver, Brighton.

Tuesday, 22 November 2016

El amor de mi vida, que no se vaya en la vida. XXI

MI VIDA porque lo eres, porque ahora mismo la envuelves, la empapas. Mi vida, que me la das y me la quitas, pero es que cuando me la quitas me la devuelves más feliz de lo que era. Y no sólo con tus sorpresas, si no con tus maneras.

Mi vida, esa que sin yo saberlo, era un caos antes de que tú llegaras. Era un va y ven de idas y venidas. De destino en destino y tiro porque me toca, buscando ese hogar que estaba tan dentro de mí que ni lo veía, buscando una ilusión que no me durase una parte del día, cuando realmente las ilusiones no se buscan, se plantan delante de ti y te revuelven un zoológico en el estomago sin previo aviso. Yo quería más, buscando lo diferente, buscando una felicidad que al final solo me duraba el presente, sin saber que buenamente como mi amiga dice hay que darse cuenta que lo difícil es al final lo más fácil de llevar. Que al fin y al cabo todo está en lo más sencillo.

 Mi vida, esa que no miraba al futuro porque le daba miedo que él le fallara, cuando el futuro es en lo más bonito que se puede creer. Y eres tú pequeño, mi vida, quien la ha hecho tan grande, quien ha cambiado eso y tanto en mi. Quien no sólo ha estado imaginando si no que me ha enseñado a imaginar. Gracias mi vida, y no por hoy, porque sea mi cumpleaños, y por todo lo que te has volcado para hacer de un veintiuno más que inolvidable, si no por hacer todo lo posible por que sonría detrás de cada lágrima, por hacerme más fuerte que nunca aún faltándote fuerzas, por enseñarme a amarte y amarme, por perdonarme cada error y hacer de él un paso más de aprendizaje.
Por quedarte y acompañarme. Ahora no sólo quiero un veintiuno, quiero un veintisiempre. 

GRACIAS MI VIDA, POR APARECER EN ELLA.  



Tuesday, 18 October 2016

Un adiós más, por y para un nuevo hola.

Nadie entiende muy bien el porque cuanto más premeditas algo, peor sale y sin embargo cuando llega la improvisación, no puede salir mejor.

La vida te da ciertas oportunidades mostrándote diferentes caminos para llegar hasta ellas, y oye, que torpeza señores, que por más que lo pensamos, más nos estamos complicando. Y nos atormentamos pensando si habremos cogido la opción perfecta, si realmente es lo que queríamos, si deberíamos haber hecho caso a esas personas que se oponían o apoyaban más otras opciones, si realmente te satisface y te ilusiona lo que has escogido, si estás seguro de haberlo hecho bien y sobre todo la duda existencial del que será lo mejor para tu futuro, vamos en resumen un verdadero cacao de cuestiones a todo lo que habías estado defendiendo. Es ahí cuando la incertidumbre te corrompe y te hace ver todo tan gris, y nublado, sin saber muy bien que estás haciendo ahí. 

Y de repente va la vida y así de buenas a primeras, sin avisar y sin ninguna razón evidente, te brinda otra oportunidad en el último momento rompiendo con todo, un pequeño callejón, lleno de luz y de vida que por supuesto tiene pinta de salir muy, muy bien. Y esas oportunidades no hay tiempo de pensarlas dos veces o te tiras o te quedas. Y si por algo has tenido la suerte, tírate porque de un paracaídas no hay que pensárselo dos veces antes de saltar, si no, no haberte montado en el avión, no haberte encaminado a volar. 
Creo en las segundas oportunidades, en los nuevos comienzos. En separarte de tu zona de confort para formar una nueva, una a tu medida pero sin medidas. Apoyo el apoyo de la gente que te quiere, te desea lo mejor y lo demuestra, porque sin eso nada sería posible. Y seguramente sin eso nos estaríamos donde estamos.

Y sí, tirarnos más al vacío siendo positivos y creyendo en nosotros mismos. Y si te sale mal, pues tan mal no ha salido, porque lo has intentado. Hay que echarle valor a la vida y por supuesto valorarla, a los cambios y agradecer que las cosas hayan venido así, el destino es sabio y por algo nos ha traído hasta aquí. 

Tuesday, 19 July 2016

A donde el corazón se inclina, el pie camina.

Cuando no sabes a dónde mirar, ni a quién. A dónde caminar ni con quién. Cuando gritas un "tierra trágame" y te das cuenta que el único que tiene que tragar aquí eres tú. Que nadie lo va a hacer por ti, que puedes hacer las cosas mejor o peor y tienes dos salidas: quedarte ahí o seguir caminando.
Si estás mal no lo pagues con los demás porque ellos serán los que apuesten por ti. Los que te empujan y te atan los cordones si hace falta. A veces solo necesitamos que esa fuerza que nos falta nos la den los que más nos dan. Deja de centrarte en lo qué no está y valora lo que tienes, que el apoyo que no tengas por un lado se recompense por el otro.
Es imprescindible tocar fondo para salir lo más alto posible. 
Es ahí cuando tienes que armarte de valor y dar ese primer paso indeciso sin saber muy bien que estamos escogiendo con él. Si es adecuado o no lo es. Arriesgándote a cometer ese error que siempre cometemos que es darlo mirando hacia atrás, sabiendo que así no avanzamos, pues de sobra sabemos qué camino pisado, pasado es. 
Lo hagas como lo hagas que sea lo que tú quieras, lo que tú decidas con quien tú decidas y a donde tú corazón te diga.

Porque a donde el corazón se inclina el pie camina.


Fotógrafo Antonio Ordóñez