Wednesday, 19 August 2020

¿Expectativa o realidad? Es verdad.

Al fin y al cabo; Es Verdad.

Es todo cierto y todo real, pero depende de la perspectiva de la realidad. 

Cada uno focaliza su verdad, en función de sus paradigmas. Por lo que estamos condicionados a una sugestión continua de los hechos y la realidad, en consecuencia de unos pensamientos. Aquellos que nuestro propio sentido emocional ha ido creando.

No somos capaces de controlar nuestras propias expectativas, porque nadie nos ha enseñado como. Simplemente nuestras vivencias nos han ido educando a base de lecciones poco a poco. Hemos ido decantandonos por una serie de preferencias humanas. Y hemos ido aceptando ciertas actitudes, a la vez que rechazando otras tantas (que según la perspectiva que ahora tenemos) YA no son tan útiles o por lo menos no tan eficientes, para la relación que esa persona merece en nuestras vidas.

Por eso debemos asumir que la decepción, es tan solo la mera consecuencia de nuestra propia expectativa. Corre a cargo mío que tú me falles, y a tu cargo que yo lo haga. Pero hay veces que aparece de la nada, sin preliminares, ni avisos previos e impacta tanto la realidad que preferimos denominarlo como ficción o mejor dicho, una excepción. Como algo ocasional, justificando incluso a la otra persona por el contexto concreto de la situación. Es más fácil así, clasificarlo como un gesto esporádico o una actitud que ha sido derivada por una situación concreta. 

Que aceptar que la realidad, es que esa persona no es como nosotros la habíamos idealizado.

Si os tengo que confesar algo es que es verdad, he sido decepcionada en incontables ocasiones. Pero no han sido ellos, he sido yo. Por permitir que lo hagan y el como lo han hecho. A sabiendas probablemente que en su reflejo yo también habré dejado que desear.

No he dejado de hacerlo, ni lo haré porque no hay que dejar de esperar de esta humanidad, porque la esperanza es lo último que se pierde. Y si yo doy y como lo doy, es como espero que me lo den. Y aunque sea un continuo esfuerzo en vano, yo seguiré apostando por aquellos que sepan apreciar la realidad desde el punto de vista o parecido en cuanto a valores y principios se refiere.

Todos alguna vez hemos decepcionado, y nos incluyo de antemano porque aquí todos somos humanos. No estaría de más pararnos un segundo y reflexionar en lo ocurrido y lo pasado. Aunque sea por separado, para poder fusionar las realidades que juntos un día se crearon. 

Aquí agacho la cabeza, una vez más, porque ahora me encuentro estática en ese lugar que ha dejado de ser opcional, por el hecho de ser necesario. Esperando darle tiempo al tiempo a que siga curando todas esas brechas que me quedan por cerrar, y para tener claro cuáles son esas otras que prefiero evitar. 

Pero seguiré creyendo y seguiré buscando la verdad en las personas que contengan la magia de la verdad, la suya y la mía.



Porque Es Vedra ¿Verdad?

As easy as A, B & SEA.

🌊

Tuesday, 19 May 2020

Trabajar Contenidos Educativos en Eucación Infantil.

  LENGUAJE

- Cuento de la mariquita amarilla:


Le enseñamos el cuento de “La mariquita” proyectado adaptando las nuevas tecnologías para captar su atención y de esta manera los niños y niñas potenciarán su interés en la escucha activa del lenguaje para captar la historia. Continuaremos con una ronda de preguntas donde comprobaremos si se ha realizado un entendimiento claro o confuso. El video tiene un lenguaje específico para un fácil entendimiento en estas edades, aunque con mayor vocabulario para ir incorporando nuevas palabras. Los animaremos a interaccionar y les resolveremos las dudas para proporcionarles una buena comprensión del cuento. Como podrían ser: ¿Qué le hacía sentirse mal a la mariquita? ¿Por qué intentó cambiarse su color? ¿Estaba bien que los otros se riesen de su color? ¿Por qué no era igual que las demás? ¿Qué hizo que le aceptasen? 

-    Jarrón del respeto:
El docente contará con dos jarrones que pondrá en el centro de el tapiz de la asamblea. En los dos jarrones tienen que ir introduciendo sentimientos que sientan con sus compañeros en relación a como se sienten ellos. De esta manera potenciaremos esa comunicación que no suele ser expresada de manera verbal. Así incentiva a los alumnos a hacerlo ya que es una transmisión escrita y anónima. En uno las cosas positivas y en el otro las negativas. Los alumnos son pequeños por lo que nos dirán al oído de manera anónima y por orden de lista lo que quieren escribir y nosotras le daremos el papelito para que ellos lo introduzcan. Les daremos varios ejemplos e ideas sobre que le gusta que sus compañeros les ayuden a hacer, lo que no le gusta que le hagan, que les sienta mal de otros compañeros etc. Al acabar para hacerlos participes de la actividad en todo momento les diremos a los pequeños que los papeles verdes son las cosas positivas y los rojos las negativas. Tendrán que meterlo en el jarro del color correspondiente. Tras tener todos los papeles llamaremos a los niños en orden de lista y cada alumno deberá depositar un papel de cada color en el jarro del mismo. Tras terminar de colocarlos volveremos a llamar a los niños en el mismo orden y dejaremos que sean ellos los vayan cogiendo los papeles del jarro de manera aleatoria y entregándonoslos para poder leerlos en voz alta. De esta manera los pequeños irán interiorizando y distinguiendo las cosas negativas y positivas. 

COMUNICACIÓN Y REPRESENTACIÓN

-Artistas: 

Dividiremos el aula en distintos equipos de cuatro y cinco homogéneos. Colocaremos las mesas en conjuntos de cuatro y si ya las tenemos divididas nos servirán. Utilizaremos papel continuo y colores. En el papel representaran cosas que quieren comunicar que les hagan sentirse bien y de manera positiva. Circunstancias de bondad que les aporten buenas sensaciones de sus familiares y compañeros y deberán ir compartiendo las ceras entre ellos. Una vez finalicen nos reuniremos en el tapiz de la asamblea e iremos interactuando con ellos para saber qué representan algunos dibujos, que nos expliquen el por qué de ellos y lo compartan y se lo comuniquen a sus compañeros. Muchas de las cosas positivas que expongan servirán para reforzarlas. Aunque enfocaremos nuestra atención en las negativas para ponerles remedio y solución e intervenir si fuese necesario. La mayoría de las veces suelen ser asuntos sin mayor importancia, pero pueden darse situaciones desagradables. En este caso tendremos que consultar con familiares e incluso especialistas. Crearemos también un vínculo comunicativo muy importante entre ellos de compañerismo. Entenderán que hacer cosas que hagan sentirse mal a su igual, es lo mismo que cuándo a ellos les hacen o dicen cosas que no les gustan y por lo tanto las debemos evitar.
- Actores de cine:

La profesora montará un escenario en el salón de actos, con varios vestidos y complementos de diferentes disfraces, contará con una cámara y un pequeño guion sobre alguna historia. En nuestro caso decidimos representar el cruce de una carretera. Para ayudar a las personas mayores a cruzar, los perritos, mostrarle sus iguales los colores de cuando se puede y cuando no. Ayudar con las bolsas, indicar discapacitados y demás. Surgieron muchas ideas y fue bastante divertido, algunos se lo tomaban tan en serio que te pedían repetir la toma. Tras acabar uno de ellos tuvo la gran idea de representar el cuento que habíamos dado de los pollitos ya que el guion era francamente fácil y nos sobró tiempo y con muchos de nuestros alumnos era muy llevadero. Interpretar y comunicarse disfrazados, les llenaba de satisfacción. Una vez finalizada la representación cinematográfica, mostramos las imagines comentándolas. Haciendo especial alusión en los actos benévolos en los que han sido muy responsables. Reforzando así los hechos vivenciados para que el alumno lo interiorice para llevarlo a cabo en su día a día y no se convierta sólo en un papel.



CONOCIMIENTO DEL ENTORNO

-Huerto naturalandia: 


Nos dirigiremos a uno de nuestros espacios preferidos del centro. Aquí plantaremos fruta y verdura variada de fácil conservación . Previamente explicaremos los principales cuidados que deben tener las diferentes plantas y por qué y hacer especial hincapié en que si no los llevamos a cabo de manera adecuada morirán y no los veremos dar fruto ni florecer. Iremos haciendo visitas para continuar con el cuidado y que puedan ir observando la evolución. Esperaremos el tiempo necesario para por fin ir con los niños y niñas al huerto a recoger las frutas y verduras que ya estén listas. Dividiremos a los alumnos en grupos de cuatro y cinco cómo en la anterior actividad y cada uno irá con una cesta o recipiente en el que deberán recoger una fruta y una verdura distinta. La docente les explicará que hay que tratarlas con cautela y esmero pues podemos romperlas y pocharlas fácilmente y por consiguiente, no las podremos comer. Deberán compartir todos los frutos y todas las verduras entre ellos para que ninguno se quede sin nada de manera cooperante. Conseguiremos que exista una interiorización de respeto por la naturaleza, el entorno y por supuesto por sus otros compañeros.

-Oca humana:


Utilizamos el famoso juego de la oca en beneficio de que ya muchos de nuestros pequeños lo conocen. Dividimos a los alumnos en parejas o bien se dejan establecidas las de la actividad anterior vista de la comida y si han trabajado correctamente. Nosotras las profesoras pintamos con tizas en el suelo del patio una especie de tablero, si no es posible también se podría hacer con papel continuo. Les daremos unos dados que hemos preparado con cajas para que puedan jugar. De esta manera tendrán que compartirlos y respetar los turnos de cada pareja. Les servirá para relacionarse con el entorno del patio, de una manera diferente y descubriendo nuevas actividades que podemos desarrollar en el. 
-Conocimiento de sí mismo y autonomía personal:


-Pintemos:  


Les daremos a cada niño un folio con su respectiva bandeja de colores y tendrán que dibujar lo que más les guste de ellos, también pondremos un poco de música clásica. Una vez hayan acabado todos, los iremos llamando y deberán darnos las explicaciones de porque han dibujado eso y que representa para ellos. Tras acabar los colgaremos en el pasillo de fuera del aula para que puedan apreciar nuestros trabajos gente externa al aula. Esto les servirá para que los demás aprecien las cosas bonitas que son capaces de expresar, y reforzar su confianza y autoestima en ellos mismos.



- ¿Quienes somos?:

Como fue tan bien la actividad de representación, decidimos volver a realizarla adaptándole el valor de la confianza tanto externa, como interna y así reforzarla. En este caso utilizamos disfraces varios y vamos a prescindir de la cámara, propongo su desarrollo en un entorno familiar a la rutina. El aula por ejemplo nos ayudaría a desarrollarlo de una manera más cercana. En forma de círculo grande y con una caja en medio donde estén los disfraces. Tendrán que imitar algún personaje conocido o familiar, incluso que esté entre ellos. El alumno que adivine a quien están imitando es al que le tocará en la siguiente ocasión, habrá alumnos que tengan una participación menor a la hora de adivinar o qué no acierten. Para este caso como ya hemos estudiado la solidaridad y compañerismo en estas edades, cuando un niño repita tiene que concederle el turno a uno que aún no haya representado a nadie. De esta manera contribuimos a la participación trabajamos otros valores de manera transversal y por supuesto fortalecemos la confianza en ellos mismo con las representaciones y los reconocimientos de que lo han hecho bien.

- Círculo de la buena energía: 


Procedemos a sentar a todos los alumnos en forma circular y aleatoria en nuestro tapiz. En esta actividad tendremos que decir algo positivo del compañero o compañera que esté colocado a nuestra derecha. De esta manera reforzaremos los lazos que algunos de ellos no tienen debido a pasar más tiempo con otros compañeros. Y por supuesto trabajaremos la confianza interna de cada uno al recibir cosas positivas. Y en consecuencia enriquecerá su autoestima.

Friday, 10 April 2020

Nunca sabes cuando va a ser la ultima vez de algo.

No sé cuando fue la ultima vez exacta que abracé a mi compañera de piso, ni cuando besé a mi madre de manera natural sin motivo de una despedida. No sé cuando me tomé la ultima caña al sol servida por un camarera o camarero simpático. Ni tampoco recuerdo fecha y hora del último café con mis compañeras, ni cundo fue el último día que mis niños me abrazaban sin porqué en uno de esos recreos. No se cuando fueron los últimos bailes con mis amigas, ni que día exacto fue el último que las vi. 

Creí haber vivido todos y cada uno de esos momentos con intensidad. Aunque visto lo visto, no con la atención que se merecían. 

Es irónico, pero hemos ido simplificando momentos sin procesar que son lo realmente complejos para hacerlo. Como si de comprimir archivos se tratase. Tan solo nos queda ese vago recuerdo. Y ahora no hay quien los descomprima y los recupere a su versión original.

Tampoco se muy bien por donde empezar, porque de momento tampoco se cómo va a terminar. 

Lo que sí se, y lo que desde luego está claro aquí. Es que yo tenía un viaje previo a todo esta pesadilla hecha realidad. Iba a Canarias a visitar a mi amiga. Y a su vez, todo lo que la hace brillar tan bonito cuando habla de ello; su isla, su gente, su familia, sus papas con mojo, la tarta de su mami, sus carnavales y el calor que más que el que hace, es el que allí todos desprenden. 
Ese del que ella tanto me hablaba a dos bajo cero en Granada, mientras hacíamos alguno de esos trabajos por vocación, que nos han traído hasta aquí. 
Entonces llegó el día de mi visita. Esa que ninguno esperaba que se diese en esta situación, ni parecida a la que hemos vivido. 
Y si. Se podría decir que fui de visite y me quedé.

Todo empezó dos días más tarde del discursito del presidente. Cuando ya las circunstancias parecían lo más subreales posibles, van y empeoran. 
Tan solo un día antes de mi vuelta, Vueling me realiza una inusual llamada ante las circunstancias de una posible cancelación y las recomendaciones del no volar, al ser los aeropuertos el mayor foco de infección. Dejando a mi libre elección una decisión que más que eso, sería un cargo, el cual éticamente tan solo estaría justificado por fuerza mayor. Un cargo que ya no solo me afectaría a mí, si no en los daños a personas que podría ocasionar, y no obstante aquel que yo supondría para esa familia de mi amiga si me decidiese quedar.  

Esa decisión tan consecuente que ese día debía tomar, repercutiría en mi a lo largo de esta cuarentena. Que tuvo ahí su principio y aún no veo la fecha de caducidad.

Una odisea moral acababa de dar sus primeros comienzos. Mi egoísmo interno me pasaba factura, empujándome a una vuelta a casa sin mirada atrás. Sin importar esos daños que pudiese ocasionar al contagiarme y portarlo a desconocidos o a familiares al llegar. Dejando así todo a un lado, obviando que a mí no me iba a pasar. 
Por otro lado me pegaban un bofetón mis principios y la realidad. Que en mi decisión ya no sólo exponía mi salud, si no que al arriesgar la mía, pondría en juego la de los demás. El miedo me frenaba y me refugié en las respuestas de familiares y amigos. Como si ellos fuesen a darme la respuesta que yo quería escuchar. Pero la realidad era que yo contaba con ella desde el principio, aunque las circunstancias adversas las quisieran tapar. 

A parte de toda la movida, y todas las medidas estrictas que se estaban comenzando a dar. Yo contaba con unas cuantas circunstancias adversas más. No estaba en casa, ni con mi familia. Y eso era difícil de llevar.
Había que poner a mi amiga en situación, teniendo en cuenta que a sus familiares los conocía de hace apenas unos días. 
Y sin embargo fueron ellos los que me llevaron a tomar la decisión. Sensatamente y sin dudarlo opinaban que quedarme y dejar que pasará todo un poco era la mejor opción. Y esperar volver con más seguridad y cuidado que en esta situación.
De hecho, de no haber decidido quedarme y perder ese vuelo, habría traicionado mi propio sentido moral. El cual ellos me ayudaron a apoyar.

Aquí empezó todo. Pasaron de un suyo, a un nuestro. Incluyéndome en el pack. Y ahí estaba yo, con una mano delante y otra detrás. Sin fecha de vuelta por confirmar y con más miedo que valor ante la incertidumbre de un:
"¿QUÉ PASARÁ?" Con todo. 
Tanto en mi vida, la de los míos y la de los demás. 
Eso sí, con un apoyo extra que me había brindado la suerte con esta nueva familia. Que a pesar de ellos estar sufriéndolo igual, me aportaban sensación de unión, protección y seguridad.
Me cambiaron el vuelo a una fecha más segura para volar. Y sin notificación alguna me lo volvían a cancelar. Llamaba y sin respuestas. Y así sucesivamente. Fue pasando la cuarentena y yo aún no sabía cuándo iba a regresar.

Esto ha estado fuera del control de todos y aún así ellos lo han sabido, y ayudado a controlar. 
Dándome de todo lo suyo y más.
Me han dado sus camas, sus sofás, entretenimientos, me han hecho un hueco en la mesa y me han preparado todo tipo de comida gastronómica local, con cada plato a cual más lleno, más casero y más especial. 
Me han consolado, cuidado y mimado cuando ni un abrazo nos podíamos dar. Me han hecho reír hasta llorar incontables veces al día, en todos y cada uno de estos largos días.  
Lo más complicado de construir, nosotros con un simple trueque casero lo hemos llevado a su fin. Ellos me han regalado su confianza, a cambio de la mía.
Y más importante aún, hemos disfrutado de nuestra compañía y para mi, han hecho de una cuarentena unas vacaciones inolvidables.
Así que ante todo eso no puedo decir otra palabra que no sean unas infinitas GRACIAS.

Pero parecía que la luz al final del túnel empezaba a aparecer. Y entonces llegó el día.
Ese tan esperado en que la fecha de vuelta parecía que no se iba a cambiar. Llego el día que dejaría de ser una más en esa isla, para ser una menos. Y a su vez ser una más en mi hogar. Aquel que ahora también es suyo (de ella y su familia) allá donde esté yo. Cómo y cuándo sea. Cómo bien se ha dado en esta situación.
Somos humanos y esto nos lo ha recordado. Y que bonito que la humanidad sea lo que nos una. 
Que bonito que entre humanos nos enriquezcamos haciéndonos más humanos todavía. Y que sea eso lo que nos recuerde que lo realmente importante está en vivir la sencillez y disfrutarla. 

Porque ahora sí sé que aún sin saber cuál sería mi última vez de algo allí. He saboreado y disfrutado con ellos desde el primer día como si de los últimos se tratasen.

Y en todo mi viaje de vuelta mirando por esa ventana me di cuenta lo afortunada que había sido una vez más. Que darle tiempo al tiempo y esperar fue la mejor decisión que pude tomar. 
Me han sumado experiencias que no se pueden comprar. Jamás me hubiese llegado a plantear que volaría prácticamente sola en un vuelo comercial, pagado por una compañía low-cost.
Que mi destino no había estado en otras manos que no fuesen las del azar. Pero que manos joder. Que placer de catastróficas desdichas. Y que buenos enriquecimientos personales íbamos a ganar con toda esta adversidad. 
Pensaba en todas esa información que nos daban las noticias cada día, en los videos de esas familias encerradas, pero unidas, en los enfermos haciendo equipo con los médicos hacia un mismo fin y las víctimas. Esas que desafortunadamente ya no volverán. Y es que como bien he dicho antes Nunca sabemos cuando será la ultima vez de algo.
Ahora por fin estoy en casa, y eso es más que de apreciar. Voy a disfrutar de cada minuto que con mi madre pueda pasar. Porque sé que en todos esos días que ella va trabajar con esa armadura de enfermera nuclear, sabe que al llegar a casa su hija con un abrazo en forma de aplauso la esperará. 



Hay que aprender a apreciar, y no a cualquier precio.


Nuestra salud mental es la que ahora más que nunca debemos cultivar. Lo más importante es agradecer todo lo que tenemos y hemos experimentado a lo largo de nuestra vida.  Son tiempos de  reflexión y cultivo para nuestra autonomía personal. Empecemos por hacernos el bien a nosotros mismos y así se lo haremos a los demás, que los arreglos para el mundo ya vendrán detrás... 
Agradece tu bienestar, el de los tuyos y el que en un futuro debes pensar que tendrás. Ya que de él otros carecen y eso, eso también es de apreciar.


Me sumo a la resta de sumar. 
Por si hoy es la ultima vez de algo.
Por si mañana lo necesito recordar.

¿Y tú?