Hoy me despido de esta casa que reside en mi allá donde voy y de todos y cada uno de los que hacen posible mis ganas de volver.
De mi parada obligatoria al regresar de algún lugar para coger fuerzas e irme a cualquier otra parte.
Me despido de ellos con un hasta luego y me despido de mi,
para volver siendo otra.
Cada vez que vuelvo se me hace más difícil irme. Y esta vez en especial, he aprovechado hasta el más mínimo detalle que se me ha presentado estando aquí, rodeada de este lugar que tanto me ha dado y de esa maravillosa gente que me espera cada vez que vuelvo, que me despide cada vez que me voy o que se planta donde, cuando y como sea allí donde me encuentre. Por el simple y único motivo de disfrutar de una nueva experiencia, y en este caso, junto a mi.
Gracias a dios me encuentro en un momento muy feliz de mi vida y me da pena tener que despedirme una vez más.
Y aunque una parte de mi esté deseando quedarse y seguir alimentándome de la energía que me da estar en casa.
La otra está deseando seguir comiéndose el mundo y salir por patas lo antes posibles, a los mayores sitios posibles, en el tiempo posible.
¿Intenso verdad? Lo es.
Y aunque a lo mejor tú o ellos no lo compartan. El que me conoce, entiende que yo si.
Hablamos de excepciones cuando nos cruzamos con situaciones que no solemos ver a menudo. Y nos encantan las excepciones, somos adictos, nos proporcionan lo que nos roban las normalidades.
Así que desde luego no me pienso quedar donde siempre, ni como siempre.
Más que nada porque creo que ha llegado un punto en que eso no me satisface, y aunque soy fiel a mis raíces y me guste volver a ellas, me decanto más por llevármelas conmigo. No soy capaz de controlar ese ansia al seguir descubriendo la diversidad que se encuentra en cada rincón, a cual más aleatorio.
No pienso ir a renovarme el pasaporte sin tenerlo lleno de sellos.
No pienso entrar en el bucle del no saber que decir cuando hablen otro idioma.
Quiero saber ubicarme sin internet, sin traductor y sin necesidad de preguntarle a nadie. Y no me refiero a un sitio fijo, si no en la vida. Quiero aprender, crecer, madurar y no dejar de hacerlo.
Creo que no hay algo más bonito que el descubrir nuevas gentes y lugares, el tirarte a la nada y volver con todo.
Ese es el bucle que yo quiero y ese es el que voy a seguir eligiendo.
Ha sido una etapa maravillosa un verano increíble, con momentos indescriptibles, un no parar en toda regla y terminar de la mejor manera, en casa.
Para darle la bienvenida a esta otra.
Porque a veces, alejarte te acerca también.
Otro destino, otra ciudad, otra lengua, otras personas, otro trabajo, otra moneda, otras oportunidades, otro aprendizaje y otro capítulo.
Primera parada París, destino: Budapest.
Málaga, Maricarmen Casa Playa.
Como diría un gran amigo:
Tu casa, tu sitio, tu playa
No comments:
Post a Comment